PULQUERÍA

LA VICTORIA

Situada a dos cuadras de la Basílica de Guadalupe, la pulquería «La Victoria» reúne a varias generaciones de jicareros que cuidan la calidad del pulque y los curados cada día. Además, es la sede de numerosos eventos culturales, que reunen en armonía a parroquianos de toda la vida con jóvenes.


Ambiente: Tradicional, familiar y moderno.
Especialidades: Curados de piñón, vino tinto, fresas con crema, avena y el siempre imitado, jamás igualado, curado de ostión.

Calle Miranda #57
Esq. Calle Moctezuma
Col. Aragón la Villa
Alc. Gustavo A. Madero
07000 Ciudad de México

Pulquería «La Victoria» – Galería

Pulquería «La Victoria» – Historia

La pulquería «La Victoria» fue fundada en 1947 por el Sr. Rogelio Ruiz, apodado «El Indio». A lo largo de su historia, ha tenido varios administradores, por nombrar solo algunos: Mario Fragoso o Crecencio Pérez.

Durante los años 70s, 80s y 90s, sufrió varias clausuras, algo que afectó al 99% de pulquerías tradicionales en algún punto de su historia. En el caso de «La Victoria», su cercanía con la Basílica de Guadalupe no le sirvió para mitigar la funesta crisis de los 90, que diezmó la producción y la venta a límites hoy incluso impensables («La Victoria», en estos años, consideraba un éxito vender 5 o 6 litros de pulque al día). La clausura más dura que sufrió esta pulquería fue en el año 1998, en plena crisis. ¿Cómo recuperar la fe en un negocio cuya esperanza de vida no se vislumbra muy larga?

Fue el amor por la tradición del pulque lo que hizo que «La Victoria» se resistiese a cerrar. Llegaron nuevos tiempos, y en 2009 se instala el actual administrador, Don Demetrio Ponce. En ese punto, comenzó un nuevo concepto de pulquerías, como un lugar de encuentro para familias, jóvenes y parroquianos de toda la vida. Se fundó el Colectivo Cultural Pulquero, y en 2017, la presente Asociación Nacional de Pulquerías Tradicionales A.C, que trabaja en la dirección de eliminar los mitos que tanto han dañado la tradición del pulque.

Desde entonces, llegaron las Ferias de Pulquerías Tradicionales, la apertura a nuevos nichos de mercado (como por ejemplo el vinícola) y a nuevos terrenos donde no había tradición del pulque. El trabajo ha ido acompañado de la calidad del pulque, y «La Victoria» ha ido subiendo la calidad del pulque y los curados a cada generación, que ya son cuatro de ellas actualmente.

Como curiosidad, uno de los grandes curados que ofrece «La Victoria» es el curado de ostión, el «siempre imitado, jamás igualado» que cada lunes se ofrece a todos los clientes. La receta es un secreto bien guardado que ha sido transmitida de generación en generación.

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