LA PESCADORA

La pulquería «La Pescadora» abrió sus puertas en 1950. En sus inicios, estaba localizada en Calzada de la Viga, pero posteriormente trasladó su sede a la Colonia Zaragoza, en concreto en Avenida 8 esquina con Calle 15. Ahí perduró unos 30 años, hasta que volvió a trasladar su sede a su actual ubicación, en Canal de Churubusco 2318, en la Colonia Agrícola Oriental.

La primera dueña de «La Pescadora» fue Doña Raquel Olmedo. De ahí, fue traspasada a Don Tomás Guerrero, y al poco tiempo la responsabilidad de la gestión cayó en manos de Don Margarito Casiano, el actual encargado, cuya gestión posicionó a «La Pescadora» como una de las más importantes de la ciudad.

Sin embargo, la historia de las pulquerías tradicionales es también la historia de cómo superaron la tristemente famosa crisis de los 90. En el caso de «La Pescadora», al igual que todas, esta crisis también les pegó duro. Pasaron de vender uno o dos barriles por día a vender 125 litros a la semana. Esta circunstancia coincidió con el cambio generacional de los clientes, y muchos de ellos, de edad más avanzada, fallecieron en esos años, dejando sus sillas vacías por mucho tiempo.

Fue la siguiente generación la que recuperó el liderazgo que la pulquería «La Pescadora» tenía en su rumbo. La gestión de Don Margarito, combinada con su larga tradición en el oficio y la calidad de sus curados, han devuelto a «La Pescadora» la posición que tenía como una de las grandes pulquerías tradicionales de Ciudad de México.

Parte inseparable del éxito de «La Pescadora» reside en Doña Clarita Contreras, el alma de la pulquería junto con Don Margarito. Su carisma, su atención a los clientes, y su deliciosa sazón elaborando las botanas son clave para el buen funcionamiento de la pulquería.

Hoy, la pulquería «La Pescadora» cuenta con un sólido grupo de clientes fijos, en su gran mayoría jóvenes. Han conseguido recuperar las nuevas generaciones a través del único secreto del éxito: ofreciendo un pulque de calidad con un buen servicio.